Nuestra Primera Romería juntos.

Aún cansados, pero contentos por nuestro feliz reencuetro con nuestra tierra, y por todos los momentos maravillosos que atesoran nuestras memorias, hemos regresado a Almería trayendonos un trocito de Sierra Morena, esa sensación de total armonía interior que la Virgen de la Cabeza anidó en nuestras almas. Por primera vez, todos juntos, hemos estado ante su atenta mirada, para ofrecer nuestras ilusiones y nuestros proyectos a su divina majestad.

El Cerro del Cabezo, era un hervidero el pasado fin de semana, donde las cofradías y los romeros abarrotaban los aledaños del santuario, deseando estar un poco más cerca de la que es su Reina y Señora, la Virgen de la Cabeza. Almería no se hizo notar, pero tampoco se hizo esperar. Tras ser recibidos atentamente por nuestros hermanos de Málaga en su maravillosa casa Hermandad, partimos junto a la Hermandad Matriz a presentarnos ante Nuestra Señora; camino del Santuario nuestras mentes pensaban con añoranza en nuestra futura casa hermandad y tanto trabajo como aún nos queda por delante, pero que, poniendo en él el alma, y con nuestra mejor sonrisa estamos dispuestos a realizar. En la cumbre esperaba la Señora, y al mirarla siempre un rezo, una oración, un "gracias", una plegaria, unos vítores y palmas, una lágrima, un suspiro....tantas cosas que componen el peculiar "Salve Madre" que surge espóntaneo ante Ella.

A la Mañana siguiente, bajo un sol de justicia, dio comienzo en el exterior del Santuario la Santa misa, presidida por el Rvdo. Señor Obispo de la Diócesis de Jáen, mientras en el interior los anderos, tras una larga noche de espera, se afanaban en ocupar su puesto bajo el templete de la Señora. Rozando el medio dia, la Imagen de la Morenita descendía de su camarín y era conducida hasta sus andas procesionales, entre los privilegiados que la vieron frente a frente, figuraba un joven andero almeriense, mientras su padre, lleno de orgullo, le observaba desde su puesto en los varales. Y un año más, Sierra Morena entera se rindió ante la Aceituna bendita que calló rodando desde el olivar plateado de los cielos, hace ya 780 años.

Tras esa explosión de fervor, nos esperaba el regreso a nuestro hogar, y una larga noche de merecido descanso, en la que, muchos soñamos con que la Morenia vuelva a reunir a sus hijos almerienses, cuando en un nuevo mes de Abril, florezca la primavera en toda la Serranía, queriendo indicar que llega el momento de volver a cumplir su cita con tantos miles de corazones que allí se congregan, porque su devoción así lo manda.